Situado en el distrito de Queens, a unos 26 km al sureste de Manhattan, el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy (JFK ) funciona desde 1948. Tras el asesinato de John F. Kennedy en 1963, el aeropuerto fue rebautizado en honor del 35º Presidente de los Estados Unidos.
El aeropuerto está construido en una antigua zona pantanosa de la bahía de Jamaica, que en su día comprendía el campo de golf de Idlewild, cuya construcción comenzó en 1943. En 1948 recibió oficialmente el nombre de Aeropuerto Internacional de Nueva York, Anderson Field, pero el nuevo aeropuerto se denominaba generalmente Idlewild, que siguió siendo de uso común hasta finales de 1963.
A la ceremonia oficial de inauguración asistió el Presidente Harry S. Truman y el primer vuelo tuvo lugar el 1 de julio de 1948. Con el fin de fomentar el crecimiento y desarrollo del nuevo aeropuerto, la Autoridad Portuaria obligó a las aerolíneas extranjeras a utilizar Idlewild cancelando sus permisos para aterrizar en el cercano aeropuerto de LaGuardia, que por aquel entonces no daba abasto. En el momento de su inauguración, Idlewild contaba con una pequeña terminal, pero en un par de años su tamaño se triplicó con la construcción de una torre de control en 1952 y la construcción de numerosos edificios y pistas.
En 1951, el aeropuerto internacional JFK sólo recibía una media de 73 vuelos, pero esta cifra aumentó drásticamente al año siguiente, cuando se cerró temporalmente el aeropuerto de Newark y el tráfico se trasladó a Idlewild. La aparición de los nuevos DC-7 y L-1049 Constellations, que utilizaban Idlewild en lugar de LaGuardia, supuso un aumento de la actividad del aeropuerto. A mediados de 1957, el volumen de tráfico había aumentado hasta una media de más de 1.280 vuelos semanales.
En pocos años, Idlewild se convirtió en uno de los aeropuertos más transitados del mundo y, en 1954, registró el mayor volumen mundial de tráfico aéreo internacional. En un principio se concibió como una única terminal con 55 puertas de embarque, pero pronto se consideró poco práctica e insuficiente para la demanda, y las principales compañías aéreas protestaron porque el espacio disponible no podría acoger el crecimiento futuro.
En 1955 se presentaron los planes para la construcción de siete nuevas terminales, cinco de ellas asignadas a las principales compañías aéreas, una compartida por otras tres aerolíneas y una destinada específicamente a las llegadas internacionales. Además, se construiría una nueva torre de control de once plantas, junto con las carreteras, calles de rodaje y aparcamientos necesarios para el buen funcionamiento del aeropuerto recién ampliado.
Un mes después del asesinato del presidente Kennedy, en diciembre de 1963, el aeropuerto pasó a llamarse oficialmente Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y recibió los nuevos códigos de aerolínea JFK y KJFK.
Desde 1963 hasta 2016, el JFK ha sido objeto de nuevas ampliaciones y mejoras, pero en enero de 2017 se decidió que el aeropuerto necesitaba una renovación importante debido a las demandas cada vez mayores de acceso y a la falta de capacidad. En ese momento, el JFK atendía a unos 60 millones de pasajeros al año, cifra que aumentó a 75 millones en 2020 y se espera que supere los 100 millones en el año 2050. Las renovaciones previstas incluían
Cuando las renovaciones estén finalmente terminadas, el JFK contará con 149 puertas de acceso para aviones y cuatro pistas de aterrizaje.
Actualmente hay seis terminales operativas en el JFK numeradas de la 1 a la 8, las excepciones son las Terminales 3 y 6 que fueron demolidas en 2011 y 2013 respectivamente con la Terminal 5 muy ampliada para sustituir a las dos que faltaban.
La Terminal 1 presta servicio a: Aeroflot, Air China, Air France, Air Serbia, Air Senegal, Asiana Airlines, Austrian Airlines, Azerbaijan Airlines, Azores Airlines, Brussels Airlines, Cayman Airways, China Eastern, Condor, Eastern Airlines, EgyptAir, EVA Air, Flair Airlines, Interjet, ITA Airways, Japan Airlines, Korean Air, Lufthansa, NEOS, Norse Atlantic Airways, Philippine Airlines, Royal Air Maroc, Saudi Arabian Airlines, SWISS International, Swoop, TAP Portugal, Turkish Airlines, Viva Aerobus y Volaris.
La terminal 2 está reservada exclusivamente a los vuelos de Delta Air Lines.
La Terminal 4 está reservada a las llegadas internacionales y es también el centro de operaciones de los vuelos de larga distancia de Delta Airlines. Entre las aerolíneas a las que presta servicio se encuentran: Aero Mexico, Air Europa, Air India, Avianca Brazil, Caribbean Airlines, China Airlines, China Southern, Copa Airlines, Delta Airlines, El Al, Emirates, Etihad, Hawaiian Airlines, Kenya Airways, KLM, Kuwait Airways, LATAM, Singapore Airlines, South African Airways, Uzbekistan Airlines, Virgin Atlantic, Westjet y XiamenAir.
La terminal 5 es principalmente el dominio de la aerolínea de bajo coste JetBlue Airways, pero también acoge vuelos de la compañía irlandesa Aer Lingus, ya que los pasajeros que llegan han sido controlados previamente antes de embarcar en vuelos procedentes de Irlanda.
La terminal 7 está actualmente operada por British Airways y arrendada por la compañía hasta 2022 con opción a una prórroga de tres años. Los vuelos de British Airways no son los únicos a los que da servicio la Terminal 7, ya que también la utilizan: Aerolíneas Argentinas, Alaska Airlines, ANA (All Nippon), Eurowings, Iberia, Icelandair, LOT, Ukraine International Airlines y United Airlines.
Gestionada por American Airlines, tercera compañía aérea del aeropuerto JFK, la terminal 8 es también el centro de salidas y llegadas de: Cathay Pacific, Ethiopian Airlines, Finnair, Qatar Airways y Royal Jordanian.
Todas las terminales del JFK están conectadas por la red AirTrain. Hay estaciones de AirTrain situadas junto a los aparcamientos de corta estancia de cada terminal, con trenes que circulan 24 horas al día, 7 días a la semana, cada dos o cinco minutos. El servicio AirTrain también conecta con aparcamientos, instalaciones de alquiler de coches y hoteles, y es gratuito.
La gran mayoría de los visitantes extranjeros que llegan a Estados Unidos lo hacen a través de la Terminal 4, donde se tramita su inmigración. Independientemente de la terminal por la que pase el avión, el proceso de inmigración será el mismo. A excepción de los ciudadanos estadounidenses o canadienses (o de los viajeros procedentes de países que se hayan acogido al Programa Global Entry) que pueden utilizar un quiosco APC (control automatizado de pasaportes) o una aplicación móvil de control de pasaportes, todos los pasajeros que lleguen deberán presentarse en el control de pasaportes para ciudadanos no estadounidenses para su tramitación.
Los extranjeros que entren en Estados Unidos necesitarán un pasaporte válido que haya sido aprobado por ESTA. El ESTA (Sistema Electrónico de Autorización de Viaje) es un programa automatizado de exención de visado obligatorio para todos los ciudadanos extranjeros visitantes. Debe tenerse en cuenta que la posesión de un pasaporte aprobado por el ESTA no garantiza automáticamente al titular la admisión en Estados Unidos, ya que esta decisión corresponde en última instancia al funcionario de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) de turno.
En el control de pasaportes, se puede preguntar a los visitantes el motivo de su visita a los EE.UU., así como los detalles relativos al lugar en el que pretenden permanecer o visitar. En algunos casos, el visitante puede ser fotografiado o se le pueden pedir sus huellas dactilares como parte del protocolo de seguridad. Los visitantes también deben declarar cualquier alimento o artículo vegetal, ya que pueden contener insectos, gérmenes o enfermedades.
La mejor forma de viajar entre el aeropuerto JFK y Nueva York es con el AirTrain, que va del aeropuerto a la ciudad, donde se puede enlazar con el metro neoyorquino. Hay numerosas opciones disponibles para los pasajeros que se dirigen al JFK o los que llegan y desean acceder a la zona metropolitana de Nueva York.
El AirTrain no sólo conecta todas las terminales del JFK, sino que también llega a la ciudad, donde termina en las estaciones de Jamaica o Howard Beach. Desde la estación de Jamaica es posible conectar con el metro y viajar a Queens, Brooklyn, Midtown y Lower Manhattan o Jamaica Center. La Long Island Rail Road también se encuentra en la estación de Jamaica y va desde Queens, Brooklyn y Manhattan hasta Long Island. La estación de Howard Beach conecta con la red de metro y va desde Brooklyn y Manhattan en el este hasta los Rockaways al sur del aeropuerto JFK.
El metro de Nueva York no llega hasta el JFK, por lo que los viajeros deben llegar primero a las estaciones de Jamaica o Howard Beach y transbordar al AirTrain, que da servicio a todas las terminales del aeropuerto.
La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA ) presta servicios regulares de autobús desde Brooklyn, Queens y otros barrios de Nueva York al aeropuerto internacional John F. Kennedy.
Dependiendo del punto de partida (o de destino), los taxis desde el aeropuerto JFK pueden resultar caros. Es posible acogerse a una tarifa plana de 52 $ (actualmente) que cubre de uno a cuatro pasajeros en taxi (cinco en un monovolumen) de Manhattan al JFK. La tarifa plana puede estar sujeta a un recargo en horas punta y a un impuesto estatal de cincuenta céntimos. También es costumbre dar propina al conductor.
Los visitantes que lleguen pueden alquilar fácilmente un coche en el JFK, ya que cada terminal de llegada cuenta con un mostrador de alquiler de coches o un teléfono de cortesía que puede utilizarse para ponerse en contacto con una empresa de alquiler.
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